El cocido montañés es mucho más que un plato, es un símbolo de la cocina tradicional de Cantabria. Este guiso contundente se prepara con alubias blancas, berza (un tipo de col rizada que aporta un sabor suave y único) y embutidos como chorizo, morcilla y tocino. Cocinado a fuego lento, los ingredientes se fusionan para crear un caldo espeso y sabroso, perfecto para los días de invierno. La sencillez de la receta refleja las raíces rurales y la esencia de la gastronomía montañesa.
El secreto de un buen cocido montañés radica en la calidad de los ingredientes. Las alubias se remojan previamente para ablandarlas, y los embutidos se cuecen junto con el tocino para liberar todo su sabor. La berza, añadida en los últimos minutos de cocción, aporta un toque fresco que equilibra la potencia del guiso. En Santander, restaurantes como La Casona del Judío sirven esta receta con un toque casero que honra la tradición.
Para completar la experiencia, visita el Mercado de la Esperanza, donde puedes adquirir los ingredientes frescos y locales para replicar la receta en casa. Disfrutar de un cocido montañés es más que una comida; es un homenaje a la tierra cántabra y una forma de conectar con su historia a través de los sabores.
