Cuenca es un rincón de España donde la historia y la naturaleza se funden en un equilibrio perfecto. Famosa por sus casas colgadas y su casco antiguo declarado Patrimonio de la Humanidad, esta ciudad te invita a perderte entre sus callejuelas medievales y disfrutar de su atmósfera tranquila. Además, con algo de tiempo, podrás recorrer su impresionante entorno natural.
Si asistes a CareMir, Cuenca te ofrece un entorno perfecto para combinar trabajo y descanso. Tras una jornada de reuniones, el casco histórico, la Plaza Mayor y la Catedral de Santa María la Mayor son visitas imprescindibles. Y para culminar la jornada, nada mejor que una cena en su Parador, un convento del siglo XVI muy presente en la historia de la ciudad, incluso en la más reciente (allí pasaron su primera noche de bodas Felipe VI y Letizia), donde la gastronomía castellana cobra protagonismo.

Más allá de la ciudad, esta zona es un lugar muy especial para una comunión reposada con la naturaleza. Muy recomendable, un paseo por la Hoz del Huécar o la Hoz del Júcar. Te permitirá disfrutar de paisajes espectaculares donde los acantilados y el agua crean un escenario de postal. Para una experiencia aún más inmersiva, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca te espera con rutas de senderismo que revelan la belleza de su geología única. En Cuenca, cada rincón invita a la contemplación y al descanso. Entre naturaleza y patrimonio, encontrarás el equilibrio perfecto para una estancia inolvidable.