Gipuzkoa tiene una forma especial de relacionarse con la comida. No es casualidad que esta pequeña provincia del norte de España sea uno de los destinos gastronómicos más reconocidos de Europa. En sus bares, sidrerías y restaurantes se combinan la tradición, la calidad del producto local y una enorme creatividad.

Durante tu participación en el Taller de Nefropatología de Vasculitis ANCA en pacientes tratados con Avacopan, te recomendamos reservar un momento para disfrutar de los bares del casco antiguo de San Sebastián, donde los pintxos son una institución. Son pequeños bocados cuidadosamente preparados que, aunque parezcan sencillos, esconden técnica y mucho sabor: bacalao al pil-pil, carrilleras en salsa, pimientos rellenos, canutillos de queso con anchoas o unas gildas… Cada uno tiene su personalidad, y lo mejor es probar varios, siempre acompañados de una buena sidra natural, que es temporada, o de un zurito de cerveza (ojo, la caña puede ser el doble de grande que la madrileña).

Para quienes buscan una experiencia más pausada, Gipuzkoa ofrece también una gastronomía de alto nivel: algunos de los chefs más prestigiosos del mundo tienen aquí sus restaurantes, como Arzak o Martín Berasategui. Pero lo mejor es que incluso los lugares más modestos cuidan al máximo cada receta.

En definitiva, comer bien en Gipuzkoa no es un lujo: es una costumbre. Y al terminar la jornada, no hay mejor forma de cerrar el día que compartir unos pintxos con entre colegas, en un entorno acogedor donde la conversación y el sabor van de la mano.