En Salamanca no hay examen más difícil que este: encontrar la rana.
Está ahí, escondida entre la filigrana de piedra de la Universidad, vigilando desde hace siglos a quienes se atreven a buscarla. Pequeña, casi invisible, pero famosa en medio mundo.
La tradición dice que quien la ve sin ayuda tendrá buena suerte. No es tarea fácil… la fachada es una locura de detalles, y la rana se esconde justo encima de una calavera. ¿Casualidad? En Salamanca, nada lo es. Algunos dicen que simboliza la tentación; otros, que es un recordatorio de lo efímero de la vida. Pero todos coinciden en algo: encontrarla es un triunfo.
Miles de estudiantes han levantado la vista con esa mezcla de curiosidad y esperanza. Algunos la descubren enseguida, otros pasan un buen rato buscándola. Y cuando por fin la ven, sonríen. Porque, por un instante, sienten que han superado su primer reto en esta ciudad de sabiduría y secretos.
Durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), si te acercas al Patio de Escuelas, no te conformes con mirar: busca. Tómate ese momento entre ponencias, levanta la vista y reta a la suerte. Quizá descubras que, más allá de la rana, Salamanca también tiene algo preparado para ti.
Si la encuentras queremos verla: ¡hazle una foto y enséñasela a tus compañeros!
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