Este año, el Congreso de la Sociedade Portuguesa de Farmacêuticos dos Cuidados de Saúde (SPFCS) se celebra en un destino con mucho encanto: Torres Vedras, una ciudad portuguesa que en 2018 fue reconocida como Ciudad Europea del Vino.
Y no fue casualidad. Torres Vedras tiene ese algo que se siente nada más llegar: el ritmo tranquilo, los viñedos que parecen no tener fin y una forma de vida que gira en torno a disfrutar de lo esencial. Aquí, el vino no es solo una bebida; es una tradición, una conversación pausada, una excusa perfecta para compartir momentos…
La región forma parte de la Denominação de Origem Controlada (DOC) de Lisboa, una de las más antiguas y diversas de Portugal. Sus tintos suelen ser intensos y aromáticos, con notas de frutos rojos y especias, mientras que los blancos, ligeros, vivos y con ese toque salino del mar cercano, son perfectos para acompañar una tarde tranquila o una buena conversación.
¿Una curiosidad? En Torres Vedras aún se pueden encontrar pequeñas “adegas” familiares donde el vino se elabora casi como antaño, con métodos tradicionales y un fuerte sentido de comunidad. En la época de las vendimias, todo el pueblo se une: es una fiesta que celebra no solo el fruto de la vid, sino también el esfuerzo compartido y la alegría de estar juntos.
Así que, entre ponencia y ponencia, merece la pena salir a recorrer la ruta del vino local. Visitar una bodega, probar un caldo diferente, descubrir cómo el clima atlántico moldea el sabor de cada uva. Y al final del día, levantar la copa y brindar: por el viaje, por el equipo, por el buen vino… o simplemente por el placer de estar ahí, en un lugar donde cada sorbo invita a disfrutar del momento.
¿Y tú? ¿Con quién te gustaría brindar en Torres Vedras?